Si analizamos todo lo anterior, desde los medios de comunicación, la ropa de tu equipo, las consumiciones durante del encuentro, las apuestas deportivas, podremos tener en cuenta una ligera idea del dineral que genera este deporte.
La crisis laboral afecta, pero el aficionado sigue sacrificándose para poder pagar el abono y seguir enganchado a su medicina. A la que le hace olvidarse de todo lo negativo de esa semana.
Nos encontramos en Julio, y podemos comprobar que la crisis se nota en el fútbol y mucho. Descensos por deudas económicas, compras de plazas y poquísimos fichajes. Poco movimiento, alguna renovación y pasito a pasito para confeccionar una plantilla económica y competitiva, que evite los fichajes sobrevalorados que afecten la convivencia y el bolsillo al equipo.
En poco más de un mes volverá a rodar otra vez el balón, y volverá la ilusión a cada aficionado para intentar dar aliento a su equipo y ayudarle a conseguir el objetivo marcado.
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